¿Quiénes fueron los fundadores de la literatura vienesa de café y desde cuándo se habla de ella? ¿En qué café empezó todo y dónde se conocieron los artistas?
Los inicios de la literatura vienesa de café se remontan a 1890 y se fundaron en el Café Griensteidl. Era la época del «fin de siécle» y se avecinaba el declive de la monarquía de los Habsburgo. El final puede situarse en torno a 1938.
Alrededor del cambio de siglo se produjo el llamado apogeo de la literatura vienesa de café.
Un poema de Peter Altenberg lo describe muy bien:
Tienes preocupaciones, sea esta, sea aquella – ¡al café!
Ella no puede, por alguna razón, por muy plausible que sea, venir a ti – ¡a la cafetería!
Tienes las botas rotas – ¡café!
Tienes un sueldo de 400 coronas y gastas 500: ¡café!
Eres correctamente ahorrador y no te das ningún capricho – ¡café!
Estás al borde del suicidio dentro – ¡café!
Odias y desprecias a la gente y, sin embargo, no puedes dejar de verlos: ¡café!
Ya no se te acredita nada: ¡café!
Peter Altenberg (hacia 1910)
Entre los escritores famosos de los cafés se encuentran Peter Altenberg, Arthur Schnitzler, Karl Kraus, Friedrich Torberg, Felix Salten y Herrmann Bahr. El café sirvió como lugar de inspiración, para los estudios sociales, para las obras literarias que fueron escritas enteramente o al menos parcialmente en el café. Hacia 1900 había en Viena unos 600 cafés.
Todo comenzó en el Café Griensteidl, para luego pasar al Café Central y al Café Herrenhof. El Café Museum era especialmente popular entre los pintores y arquitectos (Klimt, Kokoschka, Schiele, Loos, Wagner) El Café Landtmann se convirtió en el favorito de Freud. Theodor Herzl, Siegfried Marcus y León Trotsky también eran clientes frecuentes del café.
Durante las guerras mundiales, los cafés llevaban una existencia sombría. A partir de los años 60, el Café Hawelka se convirtió en el centro de la creación artística.
Hoy en día, los cafés vieneses gozan de gran popularidad. La literatura se revive a través de lecturas y representaciones.